[:es]Importancia de la portabilidad virtual de archivos[:]
En la era digital hablar de archivos es algo normal y común para cualquier tipo de usuario, ya sea un diseñador, arquitecto, músico, fotógrafo, programador experto o un simple consumidor digital. Estos archivos son la base para el manejo y almacenamiento de información.
Tras este fenómeno digital ocasionado por la llegada de las nuevas tecnologías, la creación y transferencias de archivos se encuentran a la orden del día, creando un apasionante mundo que, con el paso de los años, se ha convertido en algún común y corriente: la compresión y portabilidad de archivos.
La accesibilidad, comodidad y portabilidad son aspectos fundamentales para el usuario de hoy en día; poseer su música, imágenes, programas y videojuegos en una misma ubicación virtual que le permita acceder a ella de forma sencilla, se convierte en su mundo ideal.
En la actualidad, la creación de información es abrumadora pero, ¿De qué sirve la información si no se comparte? Los usuarios buscan compartir experiencias, aprendizajes, plataformas y conocimientos a través de los múltiples canales informáticos existentes.
Dado a la gran cantidad de archivos producidos, estas transferencias se convierten en una ardua labor, pues en ocasiones, su gran peso y tamaño es mayor al permitido por algunos canales, como por ejemplo el correo electrónico.
Los compresores de archivos cumplen con una importante labor, hacer de la transferencia y almacenamiento de archivos algo sencillo y práctico. Ayudan al usuario a reducir el tamaño de un fichero para poder concentrar varios archivos en uno solo con fines comunes, como el envío de carpetas.
Aunado a lo anterior, la rápida velocidad de los compresores y la comodidad del almacenamiento de varios archivos y carpetas en una sola ubicación, han llevado a muchos usuarios a organizar su información en programas de tratamientos de archivos que les permiten ahorrar espacio en disco.
La mayoría de los usuarios a lo mejor sólo conocen los formatos más comunes: .ZIP, .RAR, .ACE, pero existen muchos formatos de compresión destinados al almacenamiento de archivos, como .PAQ, .ALZ, .RK, .7Z, .ARC, .KGB, .CUE, .ISO, etc.
Para formato, .ISO o archivo de imagen, -un archivo comprimido en el que se encuentran todos las carpetas y las relaciones existentes entre ellas, que están por ejemplo, en un disco de CD/DVD-, existe un programa de tratamiento de archivos llamado UltraISO, que permite editar los archivos que existen dentro de esa carpeta comprimida, así como sacar o meter archivos nuevos.
Si posees un equipo que no tiene unidad óptica, o simplemente te resulta más cómodo almacenar discos en tu disco duro y no en tu librero, con este software puedes “montar” una imagen -que no es otra cosa más que copiar todos los atributos de un disco físico en tu computadora- creando una unidad cuyos archivos sustituyen al disco físico por uno virtual.
De igual forma, te permite usar esas imágenes para grabar un disco nuevo, es decir, te permite tomar un archivo ISO y grabarlo en un nuevo CD/DVD creando una copia idéntica del disco original.
Sus ventajas radican en su facilidad de uso, compatibilidad con multitud de formatos (BIN/CUE, NRG, CCD, IMG, SUB), posibilidad de editar las imágenes existentes, guardar archivos de gran tamaño y convertir a muchos formatos.
Programas como WinZIP, WinRAR, PowerZIP, Izarc, con sus funciones, ventajas y particularidades, también cumplen con esta función y le otorgan al usuario una alternativa que permita saciar su necesidad de comprimir información.
Así como los previamente mencionados, existen otros que hacen de las transferencias y el tratamiento de archivos, algo sencillo y útil que facilita el trabajo de muchos y permite el orden y el ahorro de espacio de almacenamiento para otros. Una solución vital para un mundo 100% digital.
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