Belfort: Los secretos del Lobo
Jordan Belfort. La simple mención de este nombre causa un torrente de emociones encontradas para cualquier emprendedor y cliente. Mejor conocido como “El Lobo de Wall Street”, este hombre sin duda causó una gran y polémica revolución en la industria, una de tal magnitud que hizo que más de una persona reconsiderara sus hábitos de compra y venta.
Dejando de lado todo aquello que conocemos de la vida personal y el carácter de Belfort gracias a la película de Martin Scorsese, no puede negarse que en el escenario de los negocios este hombre tenía un talento asombroso en el arte de las ventas. Su técnica era impecable, concisa y prácticamente irresistible. Tampoco queda en duda el hecho de que tenía una especie de sexto sentido al momento de emprender con un negocio; conocía a fondo el terreno donde se metía y sabía cómo manejarlo como un experto.
Este reconocido Lobo tiene en claro las cuatro claves esenciales que llevan al éxito, no importa el ámbito donde se apliquen, los cuatro puntos que nos comparte son los fundamentos más importantes que cualquier emprendedor debe de tomar en cuenta si quiere que su negocio salga a flote y se mantenga en lo alto.
1) Visión:
Esto no se trata solamente de tener metas y objetivos, se trata de algo mucho más grande. La visión engloba todo aquello que queremos lograr, es aquello que queremos ver que pase en nuestro entorno y lo que queremos que sea de él después de haber cumplido con cada uno de nuestros retos. Es el producto final de en dónde queremos estar, es el resultado de nuestro esfuerzo.
2) Control de nuestras emociones:
Algo esencial para los negocios y para nuestra vida diaria es la habilidad que poseemos para manejar y expresar todo aquello que sentimos en momentos cruciales. Nuestra energía y rendimiento dependen en gran parte del estado de ánimo en el cual nos encontremos, no podemos esperar ser muy productivos o serviciales en un día donde no nos sintamos del todo contentos. Por estas razones es que es sumamente importante el saber como tomar esos momentos negativos y transformarlos en algo constructivo que, más que ayudarnos a trabajar, nos haga sentirnos mejor con nosotros mismos y aquello que estamos llevando a cabo.
Las tres C’s que permiten que el manejo de nuestras emociones sea posible son:
Certeza.- Tener siempre la firme convicción acerca de aquello que estás haciendo.
Claridad.- Tener una mente en claro, saber qué estás haciendo y no dejar que tus emociones te distraigan de ello.
Coraje.- Tener el valor necesario para estar listo y entrar en acción.
3) Creencias e ideales:
Todo lo que haz hecho, haces y harás, está influenciado por tus creencias; ya sean estas positivas o negativas sobre aquello que eres como empresario y lo que eres (te crees) o no capaz de hacer. Nunca hay que permitir que las acciones del pasado nos definan ahora. Ya es tiempo de que dejemos atrás todo aquello que nos limita, el ahora es un excelente momento para comenzar a auto-definirnos y probar, a nosotros mismos y a todos aquellos que se encuentran a nuestro alrededor, que somos completamente capaces, astutos, ingeniosos y que tenemos todas las herramientas necesarias para ser aquella persona que siempre hemos querido llegar a ser.
4) Estrategia:
Haz un plan de acción. Recuerda cuales son tus metas y concreta en tu mente las acciones necesarias que requieres completar para que tu visión se cumpla. Lo único que necesitas es a ti, tu fuerza de voluntad y tu deseo de llevar tus mejores ideas a cabo, hacerlas realidad en nuestro mundo. El tiempo que le dediques a completar proyectos individuales y a afinar cada punto dentro este mapa nunca será en vano, todo es por ti y tu idea. Toma la responsabilidad y ve a cumplir tu visión de vida.
Estos puntos son guías excelentes al momento de emprender con una de nuestras ideas, solo es cuestión de atreverse a aplicarlos y de nunca conformarse con resultados a medias, el secreto se encuentra en siempre dar nuestro máximo esfuerzo y creer en que podemos lograr todo aquello que imaginamos. Es un concepto simple: lo que siempre unirá a estas cuatro bases son tus estándares.
“La única cosa que se interpone entre tú y tu meta es todo eso que te sigues diciendo a ti mismo del por qué no puedes lograrlo.”
– Jordan Belfort.
Por: Balila Schmal – SBGDL