What if…?
Resulta matemáticamente imposible calcular las posibilidades de resultados entre cada decisión que tomamos. Lo que resulta muy posible y viable, es: tomar la decisión.
¿What if…? Frase inculcada por alguien que solía conocer, que se quedó muy presente y adopté orgullosamente como slogan. Le hago honor a ese personaje y la robo como un artista como diría el buen Austin Kleon.
Dicen, en un libro que acabo de adquirir, que “La creatividad se resume en dos pequeñas palabras “¿Y si…?”. Y me dice mi debatiente favorito que para él eso es la ciencia ficción. En cualquiera de los casos, dos simples palabras tanto en inglés como español, tienen un significado y un poder enorme, y me parece grandiosa la duda que esto puede representarnos en el día a día.
Porque claro, vivimos acostumbrados a seguir lo socialmente aceptado, el camino “correcto”, la vía “fácil”, lo conocido. Salir de la zona de confort, implica… Incomodarnos. Pero…¿Y si…necesitamos salir de dicha zona de confort para lograr cosas grandiosas?.
Hace unos meses, una alumna me comentó que su sueño máximo y absoluto era “Hacer algo extraordinario, digno de registrarse en los libros de historia”. A lo que yo respondí con otra frase que robé de un gran maestro… Las cosas se hacen haciéndolas (*Gracias Venancio). ¿Qué tendrías que hacer para lograrlo? Ahora… ve a hacerlo. Seamos realistas…Google se ha vuelto “el libro de historia” de consulta, por ende cualquier noticia que se registre ahí, ya puede contar con un gran suceso. La clave estaría en hacer una diferencia.
“Connect the dots”… Steve Jobs hacía referencia a este término incluso sin mencionarlo … Conecta los puntos… Implicando que cada decisión que tomes en un futuro tendrá una consecuencia conectada a otra, y solo estando en el presente podrás conectar los puntos del pasado y entender la serie de eventos que tuvieron que ocurrir para que llegaras a estar donde estás ahora.
En lo personal hago ese ejercicio y ya mejor me da risa…
Yo siempre supe que quería estudiar Ciencias de la Comunicación… ¿Por vocación? Para nada… Porque me parecía divertido el CREAR. Yo nunca me vi presentando nada en la televisión, jamás me vi frente a una cámara, siempre detrás de ella, dirigiendo. ¿Qué podíamos esperar? De niña antes que jugar muñecas, yo jugaba a la tiendita… era mercenaria desde infante.
A estirones y jalones estudio la carrera de mis sueños, me especializo tanto como puedo, y termino trabajando en una agencia de publicidad patito de la cual quedé absurdamente decepcionada. Sale una oportunidad impensable de laborar en una manufacturera electrónica internacional, en la que yo nunca hubiera querido entrar, pero bueno, el dinero llamaba a la puerta… Entro como Coordinadora de Comunicación y vivo 3 años (años perro), de aprendizaje súbito, afilamiento de colmillo radical, choque cultural y locura patológica. Me ofrecen después de 2 “aumentos”, un tercer aumento muy real y cambio de puesto, que me llevaría a otra área totalmente diferente a la que llevaba manejando, en la cual dejaba por completo todo lo que tuviera que ver con mi carrera. Responsabilidad Social Corporativa, un puesto regional en el cual reportaría obviamente local pero también corporativo. Sobra mencionar que fue otro año (año mosca) de más aprendizaje, pulimento, certificación, responsabilidad y cuanta cosa más… Y por supuesto todos los ciclos terminan.
Arranca otro ciclo de búsqueda pero también de freelance, en el que era obvio que aún faltaba algo por aprender… Aún me faltaba un trabajo al que “nunca” entraría a trabajar. Así llegó una financiera en vías de inauguración, que me ofertó algo interesante y con el tiempo me otorgó una confianza tremenda como para llevar al 100% la administración de la misma. ¿Contabilidad? ¿Administración? ¿Atención al cliente en front desk? ¿Relaciones públicas? ¿Mantenimiento? ¡Ay por favor! Yo nunca haría eso… Más rápido cae un hablador que un cojo.
2 años después (años humano)… Finalmente me sentí lista. Tenía ya poco más de 2 años con un proyecto personal, que había ido creciendo pero no había podido cosechar como se debía pues realmente no le dedicaba tiempo.
Dicen que el universo te acomoda las cosas… Me ofertaron en donde siempre había querido dar clases, precisamente una clase relacionada con emprendimiento, donde podría compartir las dos caras de la moneda. Y mientras tanto podría hacer a la par lo que realmente amaba.
¡Y solamente me tomó 9 años lograrlo! ¡Yei! ¬¬
(Tomando en cuenta que empecé a trabajar de freelance desde que tenía 19 años)
“Connect the dots”… Aprendí de agencias de publicidad y lo que no se debe hacer, aprendí de procesos, de comunicación interna, de mejora continua, y aprendí a pensar como ingeniero. Aprendí a pensar como una persona responsable que pueda hacer diferencia socialmente, iniciando desde uno mismo. Aprendí humildad. Aprendí paciencia. Aprendí prudencia. Aprendí a ser publicista y a vender (guacalas). Y lo impensable, aprendí NÚMEROS (contabilidad, administración, estados financieros, etc). Entre otras tantas cosas personales que tuve que aprender a la mala. Que no queda más que agradecer a las gratas personas que me han enseñado tan implacables lecciones.
Necesitaba todo esto… para poder estar haciendo hoy lo que amo hacer. Sin importar quién deseara evitarlo.
¿Y si no hubiera tomado esas decisiones?… “Efecto mariposa”.
Finalmente el hubiera no existe… What if? para mi es un RETO. Un reto de lo que sea y me parece maravilloso hacerme esa pregunta todos los días… Porque finalmente el único obstáculo es uno…
Que si quiero emprender, la única que me puede detener soy yo… menos mal que mi alter ego me echa porras.
Que si quiero hacer un guión de una película, solamente me detengo yo al no escribirlo.
Que si quiero cantar ante el mundo entero, ya estaría subiendo mi video a Youtube.
Que si quiero viajar, un buen ahorro habría de empezar.
What if?… Just do it (Gracias Nike)
Verdaderamente estoy segura que me arrepentiría más de no haber tomado ciertas decisiones, que de la mayoría que sí tomé.
Hoy por hoy tengo un proyecto divertido, acorde a mi carrera que siempre me encantó, cuento con 20 colaboradores de lo más talentosos y diversos, cartera de clientes creciente y además puedo mantener mi estilo de vida… Por ahora… Es suficiente… Ya iré por más…
¿Y si…haces hoy algo que te de miedo? ¿Qué sería lo peor que podría pasar?
Anda y ve a cumplirte un sueño 😉
Por: Penélope Haro-SBGDL